Una peluquería o barbería es un local donde se ofrecen varios servicios estéticos, principalmente el corte de pelo, pero también suelen realizarse otros como afeitado, depilado, manicura, pedicura, etc. Cuando se trata de muchos servicios diferentes suele llamarse salón de belleza.
La referencia más antigua que se tiene sobre la existencia de los cuidados cosméticos en el pelo nos remite a Egipto, donde se empezaron a realizar los cambios más significativos en cuanto a la cosmética capilar. En esa nación tan grandiosa culturalmente, el pueblo -como ocurría en muchos otros- se pelaba la cabeza, aunque no así los sacerdotes y los miembros de la elite gobernante, que se dedicaba a cuidar su cabello jugando con diferentes peinados y tonalidades. Las pelucas también tuvieron su auge, y predominaban las tradicionales de pelo lacio, con flequillo, cortado muy parejo en un largo que llegaba a los hombros.
Los útiles de peluquería podemos clasificarlos en cinco grupos esenciales para la facilitación de su estudio:
- Útiles principales: Son aquellos instrumentos con los que se realizan las tareas de peluquería: peines, cepillos, tijeras, pinzas, etc.
- Útiles auxiliares: Son aquellos objetos que se emplean para facilitar el trabajo con los primeros y también como material de protección: Bigudíes, redecillas, guantes, gorros, toallas, capas de corte etc.
- Útiles de laboratorio: Son aquellos materiales que se emplean para realizar las mezclas de sustancias químicas (tintes, agua oxigenada, etc.): recipientes de vidrio, papel tornasol, etc.
- Aparatología: Conjunto de aparatos diseñados para la realización de las técnicas de peluquería, así como para la detección y tratamiento de los problemas capilares que se presentan con más frecuencia en el salón de Peluquería: secadores, vaporizadores, esterilizadores, microvisor, lámpara infrarroja, etc.
- Material mobiliario: son aquellos elementos del mobiliario que participan en la ejecución de las tareas de peluquería y en la atención al cliente: lavacabezas (antes llamadas bacías de barbero), mesas auxiliares, espejos, sillones, etc.
Un salón de belleza o estética es un establecimiento comercial que ofrece a sus clientes tratamientos para el embellecimiento, conservación e higiene de la piel, con el fin primordial de promocionar la imagen saludable de sus clientes. Los salones de belleza deben estar atendidos y dirigidos por expertos a los que se denomina esteticistas. En los salones se venden productos cosméticos de línea profesional.
Historia[editar]
Primeramente en el antiguo Egipto se cuidaba mucho la apariencia física pero no se tenía un lugar específico para practicar sus actividades tales como: los baños de leche, exfoliaciones de la piel, maquillaje en el rostro, manicura,los cortes de cabello, entre otras cosas más simbólicas de la época. Fue hasta en la Antigua Grecia cuando los salones de belleza comenzaron a tener un lugar en la sociedad, donde solo se peinaban las cabezas más selectas. Esto comenzó a partir del nacimiento de las expresiones artísticas y la vanidad adquirida gracias a las que se empezó a utilizar grasa animal y mezclas de hierbas que recolectaban para crear cremas y maquillajes que eran exclusivos de la clase alta para embellecerse un poco más, dando pauta a todo tipo de soluciones, peinados, joyas, vestimenta, etc. El moderno concepto de salón de belleza femenina fue desarrollado por una canadiense, Martha Matilde Harper (1857-1950), quien de alguna manera inventó también el concepto actual de franquicias en los negocios.
Renacimiento[editar]
El cuidado personal fue algo muy simbólico que se retomó en el Renacimiento, donde los peinados de los griegos, por ejemplo, se volvieron a imitar usando trenzas y moños perfectos al igual que coronas y joyas; la diferencia era que estos elementos podían ser usados por toda la sociedad y no solo por quienes tenían un alto rango, como el uso de lociones y perfumes que debido a la escasa limpieza que se tenía en esa época eran utilizados para ocultar la falta de higiene personal y malos olores.
Barroco[editar]
En esta etapa La Corte le da suma importancia a las fiestas y a la belleza pero a su vez descuidaron mucho al Estado por permitirse estos lujos.Se usaban muchas joyas y accesorios que llegaban a lo extravagante. Tanto las mujeres como los hombres le daban mucho cuidado a su cabello y vestimenta, al grado de tener que soportar telas rígidas o peinados y zapatos que lastimaban y podrían perjudicar la salud de las personas solo por seguir el paso de la moda.
Siglo XIX[editar]
Con la Revolución Francesa y la Revolución Industrial se instauró la sencillez como línea a seguir en todos los sentidos, dejando de usarse las pelucas y abalorios de fantasía. Aumentaron las medidas higiénicas y surgieron nuevas profesiones, entre ellas, la peluquería. Los peluqueros trabajaban sobre todo a domicilio en el caso de las mujeres de la burguesía; los hombres en cambio continuaban acudiendo al barbero a cortarse el cabello. la maida es kul.
Truefitt & Hill es la barbería más antigua del mundo1 2 fundada en 1805 en Londres, Inglaterra por William Francis Truefitt.3Actualmente, además de barbería profesional, es una marca de lujo que fabrica cremas de afeitar, aftershaves y fragancias para caballeros de clase alta.
"LA PELUQUERÍA PARA MUCHOS RESULTA UN ACTO VANIDOSO E INNECESARIO PERO REALMENTE CUANDO UNA DAMA VA AUN SALÓN DE BELLEZA ES PORQUE AMERITA UNA ATENCIÓN Y CUIDADO PERSONAL CON EL CUAL ELLA SE SIENTA FELIZ Y SATISFECHA CONSIGO MISMO. POR ESTO CREO QUE MAS QUE UN ACTO DE VANIDAD ES UNA ACTO DE CUIDADO PERSONAL"
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